Wednesday, December 05, 2007

Crianças e Animais



Los resultados de una encuesta del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición (Italia) sobre los aspectos éticos relacionados a la convivencia entre niños y animales, revelan que los niños reconocen sentimientos e inteligencia en los animales, aunque los niños son más utilitarios en su consideración hacia los animales que las niñas de su misma edad.
"Mi gato es parte de la familia", "la inteligencia de los animales es similar a la de los niños", "los animales existen sobretodo porque son útiles al hombre","yo y mi perro miramos juntos la TV", "casi todos los animales piensan y sienten". Son algunas de las respuestas de los niños entrevistados por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición [1](Istc) del Consejo Nacional de la Investigación de Roma [2] (Italia), en el ámbito del proyecto "Investigación y ética: observar, entender, respetar", financiado por el MIUR [3].
"El objetivo de nuestra iniciativa", explica Elisabetta Visalberghi, directora de la investigación del Istc-CNR y responsable del proyecto, "era valorar las actitudes de los niños con los animales, y estimularlos a tener un mayor espíritu crítico respecto a esta relación".
Si bien es verdad que en los últimos años existe una mayor sensibilidad respecto a los animales y sus derechos, también es verdad que persisten muchos lugares comunes y actitudes que poco tienen que ver con el respeto. "No prevalece un sentimiento de piedad de parte de los entrevistados", dice Elsa Addessi, investigadora del Istc-CNR. "Ninguno de los niños ha pensado que, por ejemplo, vestir a un animal signifique protegerlo del frío. Al contrario: casi todos interpretan este gesto como una verdadera prepotencia". Asimismo, los niños que conviven con animales en su casa están más informados sobre su comportamiento y sus necesidades, las niñas más que los niños, como se puede ver en algunas de las respuestas del cuestionario: "No es verdad que todos los pájaros vuelan", o "Los simios son todos vegetarianos".
Los niños, por su parte, tienen una visión más "utilitaria" que sus coetáneas, y tienen opiniones positivas sobre afirmaciones como "no hay nada de malo en comer carne" o "los animales son útiles al hombre":
"En otras palabras", prosigue Elisa Addessi, "los niños tienden a dar más importancia a la posible utilización de los animales en función de las diversas exigencias humanas, como la alimentación o las labores del campo, mucho más que las niñas."
Sin embargo, niños y niñas están de acuerdo en atribuir a los animales sentimientos humanos y a considerarlos parte de la familia: "Mi perro entiende cuando tengo pena, y me consuela", "si como cualquier cosa que me gusta, le doy a probar también a mi gato".
Pero el proyecto también consideraba que los niños reflexionaran en clase, junto a sus profesores y a los investigadores del CNR, sobre el concepto de bienestar de los animales de varias especies, de sus diferentes exigencias, desde la libertad de movimiento a la libertad de vivir en grupo, desde la posibilidad de moverse sin impedimentos a la posibilidad de cuidar a sus propias crías.
"Para premiar el esfuerzo de todos y cada uno de los niños", concluye Addessi, "propusimos una visita a nuestro Centro de Primates en el Bioparco de Roma (zoológico de Roma), para poder observar algunos grupos de macacos, conocer mejor su biología y comportamiento, y hacerlos partícipes del programa de mejoramiento de Centro de Primates. Los niños han respondido con entusiasmo, diseñando y trabajando en la mejora y enriquecimiento de los recintos, y proponiendo construir columpios, plataformas, refugios y troncos nuevos". Y muy importante: escondiendo mermelada de cerezas en los huecos de los troncos de los árboles, porque a los simios les gusta mucho.




Autora: Anna Capasso, CNR.
Fuente: LifeGate [4]. Fuente imágenes: Victoria Bernal [5], Andvaranaut [6],Marco Musso [7].
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