Crianças e Animais

"Mi gato es parte de la familia", "la inteligencia de los animales es similar a la de los niños", "los animales existen sobretodo porque son útiles al hombre","yo y mi perro miramos juntos la TV", "casi todos los animales piensan y sienten". Son algunas de las respuestas de los niños entrevistados por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Cognición [1](Istc) del Consejo Nacional de la Investigación de Roma [2] (Italia), en el ámbito del proyecto "Investigación y ética: observar, entender, respetar", financiado por el MIUR [3].
"El objetivo de nuestra iniciativa", explica Elisabetta Visalberghi, directora de la investigación del Istc-CNR y responsable del proyecto, "era valorar las actitudes de los niños con los animales, y estimularlos a tener un mayor espíritu crítico respecto a esta relación".
Si bien es verdad que en los últimos años existe una mayor sensibilidad respecto a los animales y sus derechos, también es verdad que persisten muchos lugares comunes y actitudes que poco tienen que ver con el respeto. "No prevalece un sentimiento de piedad de parte de los entrevistados", dice Elsa Addessi, investigadora del Istc-CNR. "Ninguno de los niños ha pensado que, por ejemplo, vestir a un animal signifique protegerlo del frío. Al contrario: casi todos interpretan este gesto como una verdadera prepotencia". Asimismo, los niños que conviven con animales en su casa están más informados sobre su comportamiento y sus necesidades, las niñas más que los niños, como se puede ver en algunas de las respuestas del cuestionario: "No es verdad que todos los pájaros

Los niños, por su parte, tienen una visión más "utilitaria" que sus coetáneas, y tienen opiniones positivas sobre afirmaciones como "no hay nada de malo en comer carne" o "los animales son útiles al hombre":
"En otras palabras", prosigue Elisa Addessi, "los niños tienden a dar más importancia a la posible utilización de los animales en función de las diversas exigencias humanas, como la alimentación o las labores del campo, mucho más que las niñas."
Sin embargo, niños y niñas están de acuerdo en atribuir a los animales sentimientos humanos y a considerarlos parte de la familia: "Mi perro entiende cuando tengo pena, y me consuela", "si como cualquier cosa que me gusta, le doy a probar también a mi gato".
Pero el proyecto también consideraba que los niños reflexionaran en clase, junto a sus profesores y a los investigadores del CNR, sobre el concepto de bienestar de los animales de varias especies, de sus diferentes exigencias, desde la libertad de movimiento a la libertad de vivir en grupo, desde la posibilidad de moverse sin impedimentos a la posibilidad de cuidar a sus propias crías.
"Para premiar el esfuerzo de todos y cada uno de los niños", concluye Addessi, "propusimos una visita a nuestro Centro de Primates en el Bioparco de Roma (zoológico de Roma), para poder observar algunos grupos de macacos, conocer mejor su biología y comportamiento, y hacerlos partícipes del programa de mejoramiento de Centro de Primates. Los niños han respondido con entusiasmo, diseñando y trabajando en la mejora y enriquecimiento de los recintos, y proponiendo construir columpios, plataformas, refugios y troncos nuevos". Y muy importante: escondiendo mermelada de cerezas en los huecos de los troncos de los árboles, porque a los simios les gusta mucho.

Autora: Anna Capasso, CNR.
Fuente: LifeGate [4]. Fuente imágenes: Victoria Bernal [5], Andvaranaut [6],Marco Musso [7].
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